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El pronombre es una palabra de significación transitoria, esto es, cuya significación
cambia de acuerdo a la situación lingüística en que aparece. Esto tal vez no resulte claro hasta
analizar un caso concreto. Usaremos el pronombre "yo" en una conversación:
- Yo
estoy segura que todo saldrá bien.
- ¿Sí? Pues yo creo que eres muy optimista, estoy convencido de que todo lo que pueda salir mal, saldrá
mal... |
Puedes ver que los dos personajes que participan de la conversación (que podemos suponer
un hombre y una mujer) han utilizado el pronombre "yo", exactamente la misma palabra, sólo que
en un caso ese "yo" se refiere a la dama y en el otro al varón. A esto nos referimos al decir
que su significado es transitorio, es decir, depende de quién esté hablando y a quién le esté
hablando, por ello su función y su significado son ocasionales.
La función primordial del pronombre es la de sustituir al nombre en ciertas ocasiones
y, dependiendo de las condiciones en las que esta sustitución se realice, se puede clasificar de diversas
formas. Vamos a verlas:
Personales,
posesivos, demostrativos.
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