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Otra condición que debe existir para que una oración se encuentre
correctamente estructurada es que su predicado contenga un verbo en alguna de sus formas personales, en otras palabras, un verbo conjugado,
que habrá de convertirse en núcleo de la oración verbal, como en el siguiente ejemplo:
En algunas ocasiones, el predicado entero estará constituido solamente
por dicho verbo, como en el ejemplo:
Ahora bien, en ciertos casos, existe sólo un verbo en la oración,
como en las oraciones simples; otras veces, sin embargo, existe más de un verbo en la oración, lo
que implica que se trata de una oración compuesta:
Elsa lee a Tolstoi y Víctor prefiere a Sabatini.
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O bien, en muchas oraciones pueden aparecer dos o más verbos, y tratarse
de un perífrasis verbal (por ejemplo un tiempo compuesto). Mira el caso de una oración en modo pasivo:
El complot fue promovido
por los interesados.
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Finalmente debemos decir que por lo general no se puede generar un discurso útil
con una sola oración, dado que el pensamiento complejo, característica propia del ser humano, requiere
explicaciones, ejemplificaciones y desarrollos que, terminarán por convertirse en un texto de mucho mayor
alcance. De este modo, el uso que hacemos de la lengua, tanto en la vida cotidiana como en la escritura de un texto
académico o de otra índole, tiende a aglutinar una oración tras otra hasta agotar el conjunto
de significados que deseamos transmitir a nuestros semejantes.
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